miércoles, 27 de abril de 2011

No siempre lo bello es bonito

Corría Mayo de 2009 cuando a la consultoría ambiental con la que suelo colaborar le encargaron participar en la elaboración de una guía de sendas verdes del concejo de Gijón. Nuestra parte consistía en describir la naturaleza no aviana de las 8 rutas oficiales de Gijón. 

Desde la consultoría me avisaron y me hicieron el encargo. Ahí fue cuando descubrí a Carpobrotus acinaniformis y su diferencia con Carpobrotus edulis. 

Para aquellos/as que estéis acostumbrados a madrugar podréis encontrárosla cerrada o semicerrada como en la siguiente fotografía.



Sin duda que es una flor bella, con nombre común de uña de gato o flor de cuchillo.




Sus colores tan llamativos, atraen a gran cantidad de insectos, y no es difícil ver sobre ella a abejas o abejorros, libando su néctar y llevando en sus patas el polen que como se trata de una flor de buen tamaño, fabrica en abundancia. 



Esto ayuda a la propagación de nuestro Carpobrotus. Muy interesante hasta aquí, si no fuera porque se trata de una plante procedente de África del Sur y que en la Península está considerada como una planta invasora.



La verdad que allí donde llega compite muy bien con la flora autóctona, tapiza por completo el suelo, llegando a ahogar  y desplazar a las plantas propias de la zona y empobreciendo la diversidad local.



En ocasiones la podemos ver quitándole el lugar a las omnipresentes zarzas, como en la anterior fotografía.



Sus hojas carnosas que acumulan agua le permiten resistir bien la sequía, tapizar dunas y quizás su forma sea la que da el nombre común de uña de gato o flor de cuchillo. Parece una planta algo contradictoria, introducida en Europa con fines ornamentales en el siglo XVII y que llegó a España, concretamente a Galicia en 1900. Digo que contradictoria porque sus hojas parece que tienen capacidades astringentes, mientras que sus frutos son laxantes. 
En definitiva, está claro que es una planta bella, pero con sus características no podía tener un bonito final en la península, así que a acabado en el top Ten de las plantas exóticas invasoras más dañinas de España según el Grupo Especialista en Invasiones Biológicas




miércoles, 20 de abril de 2011

La primavera, la sangre altera

Al menos eso es lo que dicen y debe ser cierto, al menos para algunas especies, es momento de alteraciones para muchas especies, como es el caso de mi protagonista de hoy, el sapo común Bufo bufo. Se que es un bichito que no despierta las simpatías de todo el mundo pero posiblemente sea por falta de conocimiento como casi todo. Generalmente nos asusta lo desconocido y este es un caso más. 

Este es nuestro protagonista. Un pequeño macho de sapo común. ¿Porqué se que es un macho? pues fundamentalmente por el tamaño. Los machos son bastante más pequeños que las hembras, en ocasiones la mitad. 


Macho de sapo común en un río asturiano 



Y sino comparad con esta. Sí este ya tenía la sangre alterada y a la mínima oportunidad que tuvo se subió sobre ella, se agarró y no había quien le soltara, ni siquiera otro macho que se acercó e intentó subirse encima, pero las patas traseras de este le dijeron al otro un rotundo no en plena cara que le quitó las ganas de seguir intentándolo


Pareja de sapo común apareándose en un río asturiano

Donde vaya ella, él va encima, como una pesada carga que tiene que soportar para poder reproducirse y ahí lo aguanta estoicamente la pobre. Tras la reproducción la hembra dejará hileras de huevos semejantes a un rosario que pueden contener hasta 8.000 huevos, que dejarán abandonados a su suerte, esperando que varios de ellos lleguen a ser adultos reproductores.

Las fotografías fueron realizadas mediante un muestreo de anfibios, realizado en un río asturiano para la consultoría ambiental en la que trabajo.